EL SENTIDO DE LA VIDA
«¿Cuál es el significado de mi vida?».
Decía
Carl Jung, : “Podemos soportar mucho dolor, mucho más del que podemos merecer o
del que podemos considerarnos capaces de soportar, no obstante no hay mayor
dolor que tener una vida sin sentido”. Y si no hay ese dicho sentido, no se
puede trascender ni crecer, simplemente la vida de ese ser humano sería
olvidada y perdería toda importancia.
Totalmente de acuerdo con el. Descubrir lo que le da sentido a nuestra vida y para qué estamos en este
mundo, es un logro, un descubrimiento. Es haber activado todos y cada uno de
los sentidos que como dones tiene el ser humano en su existencia material, para
no solo estar sino SER.
Antes que
después toda persona pasa por enfrentarse a una realidad; realidad que en el
momento que ocurre, provoca y casi siempre en circunstancias de convulsión
emocional, la pregunta “¿De que trata mi vida?”, “¿Porqué estoy en este
mundo?”.
Nos hacen creer que vivir para y por la comodidad, el
placer material y las conquistas sociales, es la única forma de vivir, ¡eso
ahora!. En épocas anteriores, el temor a un Dios justiciero, o dependiendo de
la cuna donde nacieras y te desarrollabas como persona, igualmente te hacían
que solo se pensara, que esa era la forma de vivir.
Aunque he definido dos épocas, en este punto me viene
una duda, creo que parte de la época anterior se sigue viviendo en la
actualidad. Quizá no haya esclavos en la misma forma y proporción, pero si hay
“feudos” donde las diferentes castas no aceptan que nadie cruce esos márgenes.
Unos límites que no permiten sean cruzados, por intereses propios, y miedo a
perder poder.
Pensando y haciendo un breve análisis, a la esclavitud
se le puede dar otra denominación “dependencia”. Sí han cambiado las formas de
esclavitud, no se usan látigos ni “derechos de pernada”, ni hay quien nos
asegure el castigo Divino. pero si una dialéctica e información que con el
desarrollo de la ciencia y sus estudios sobre comportamientos humanos, una
nueva forma de manipulación se ha
instaurado en las sociedades, con una “dependencia” que en su fondo y a veces
hasta en la forma, es igualmente una forma de esclavitud.
Hoy en día vemos el sufrimiento por todas partes y a su
vez también vemos por otro lado, los esfuerzos que realizan las personas para
no aceptar esa realidad y seguir viviendo en el engaño de un mundo, que en su
mayoría solo busca la satisfacción de todos sus deseos.
La otra forma de manipulación, no menos nociva, es la
multiplicidad de mensajeros de Dios. Profetas que nos recuerdan las debilidades
de los hombres y la necesidad de ser doblegados, y predicadores o pastores que
hacen de palabras escritas en presuntos escritos de libros sagrados,
interpretaciones personalistas y manipuladoras de masas. Igualmente manipulación por intereses
propios.
Y ya no digamos las diferentes paraciencias llenas de
adivinadores y poderosos enviados con “dones”, llenos de soluciones para
resolver las dificultades de quienes piden una ayuda a sus diferentes males, y
que con total credulidad basada sobre todo en la ignorancia, otorgan sus vidas
para ser manipuladas en beneficio de quien así se dice ser el salvador de
males.
Ufff.. terrible se nos presenta entre tanta fuerza
externa, condicionante y manipuladora, llegar a darnos respuesta a una pregunta
personal muy importante, “QUE SENTIDO TIENE MI VIDA”.
En el instante que esa pregunta surge, se debe prestar
atención; es el momento de interiorizar,
de observar y sin engaños, tanto externos como propios, conocer la autentica
naturaleza humana. Averiguar la propia naturaleza dentro de un entorno, es
saber quien realmente somos. No es buscar un objeto a la vida, eso es escapar
de ella y en esa búsqueda irreal como objeto, no comprenderemos qué es
realmente la vida.
-Pregunta como ayuda a una Reflexión:
¿Porqué estaría dispuesto a perder la vida?
-Consideraciones antes de responder a la pregunta:
Existen unos valores en las personas que consideran
“importantes” y a su vez representan una visión implícita de la realidad; esa
realidad permanece en el subconsciente y es lo que forma y da a cada cual su
sentido de vida.
“Es importante aprender” ....
“Es importante obedecer”
“Es importante ser sincero” …. “Es importante el respeto”
“Es importante luchar por lo que quiero”
“Es importante el sacrificio por algo o alguien”
“Es importante compartir” .... “Es importante la amistad”
“Es importante crear una familia” etc. etc.
Cada persona debe hacer su lista de cosas importantes.
La suma de ellas forman sus “valores” más básicos y con ellos dan el “sentido a
su vida”.
Para vivir, el
hombre tiene que actuar; para actuar, tiene que tomar decisiones; para tomar
decisiones, tiene que definir un código de valores; para definir un código de
valores, tiene que saber lo que es “importante” para si, saber quien es y dónde está.
El sentido de
vida de una persona en concreto, es
difícil de identificar ya que forma parte del
todo en esa persona; de cada uno de sus pensamiento, de cada emoción y
acción, de cada elección, cada gesto espontáneo o consciente que tiene, de su
manera de moverse, de hablar, de sonreír, del total de su carácter y
personalidad. Es lo que hace que sea una “personalidad” dentro de un sujeto
individual; sujeto que solo él, sabe cual es el sentido de su vida.
“REFLEXIÓN”
Tenemos una mente llena de condicionantes externos
y tecnicismos. Marcada por creencias,
corrientes filosóficas formas de vida; culturales, sociales, profesionales.
Algunas de ellas tan perversas y manipuladoras, que con el objeto de dar
sentido a la existencia, nos dejan sin el conocimiento de lo que realmente
tiene sentido en la vida y con el, la perdida del sentido real de cada vida.
Hay a quienes, por ese exceso de condicionantes
externos, les provoca en su vida, apatía y perplejidad. Esas dos emociones son igual
a rendirse y a su vez evadirse de
cuestiones fundamentales, para dejarse llevar solo por los detalles de la
cotidianidad mas inmediata material. En ese instante tomara el sentido de la
vida las riendas; para bien o para mal (normalmente para mal), la persona queda
a merced de una filosofía del subconsciente que desconoce, que nunca a
verificado y que le conducirá sin conciencia donde no sabe si ha aceptado ir,
pasando de ser un fin a ser un medio. O conoces el sentido de tu vida y la
trascendencia, o la confusión y las dudas marcaran tu existencia.
Para encontrar el
sentido de la vida, debemos pasar por la puerta de nosotros mismos,
conscientemente enfrentar las cosas tal como son. La libertad es, aunque lo mas
difícil, algo que nos da fuerza y capacidad de decidir, además si está bien
empleada nos aporta importancia y serenidad.
La esperanza es otro aliado en esa búsqueda, ella no nos engaña y a su
vez nos da el empujón necesario para saber
el sentido de la vida en la existencia material y encontrarlo. El
sentido de la vida debe tener además
trascendencia, no como superioridad sino como ejemplo y guía, aportando a
su vez esperanza y luz para quienes buscan el sentido de su vida.
Toda persona necesita creer en algo, tener fe. Hay en
igualdad de condiciones, una perdida de valores, como un exceso de
materialismo.
Buscamos siempre una razón, un porqué, sobre todo ante acontecimientos o
circunstancias en la vida que nos marcan y nos hacen perder el rumbo; que nos
hace sentir que la vida que nos ha
tocado vivir, está vacía. Pero afirmo que hay siempre un deseo de superarse y de ser mejores en
nuestra conciencia; el conocimiento de ese deseo es lo que realmente nos
permitirá tener fe y con ella dar sentido a la vida. Pero no fe en las cosas
que podríamos lograr, sino fe en
nosotros mismos; esa fe que se basa en el conocimiento personal y la voluntad
de conseguir las metas que tenemos en cada momento de nuestra evolución.
¿Quien no tiene conocimiento de seres anónimos que con
su ejemplo de esfuerzo y voluntad, y esa fe en si mismos nos transmiten ese
conocimiento del sentido de la vida?.
Me permito una licencia. Hay un personaje en la historia
que aunque muy manido, puede ser un vivo reflejo para ese conocimiento de
trascendencia y sentido de vida y evolución, “Jesús de Nazaret”, Él trascendió
y nos transmitió demostrándonos con su trayectoria y final de su vida terrenal,
de lo que es capaz un ser humano conociendo el sentido de su vida. No voy a
entrar en su Divinidad, ya que creo en la Divinidad de todo ser humano.
Cada cual marca sus metas acordes a su proceso de
evolución junto con sus caminos para llegar a la Luz.
No creo que Él diera su vida por nadie, y mucho menos
entregarla por mandato Divino, sino mas bien enseñarnos como tener fe en si
mismos, conocer el sentido de la vida y hacer con responsabilidad, esfuerzo y
sacrificio, el camino que se había marcado. Es el gran ejemplo de la humanidad,
ejemplo que no siempre se sabe entender y del que sin que el dejara nada
escrito, nos van transmitiendo a través de los siglos y de forma no siempre
contrastada.
La vida de Jesús de Nazaret dentro de su contexto histórico, es digna de
ser estudiada sin condicionamientos mediáticos; si así se hace, descubres mucho
más su grandeza y su cercanía, como consecuencia la admiración por Él se multiplica
hasta el infinito. Observemos al “Jesús” no simplemente al Cristo; solo así
seremos capaces de entender su mensaje.
Para conocer el sentido de la vida se requiere
introspección, meditación, silencio y armonía de cuerpo mente y espíritu. Todos
con voluntad, esfuerzo y sacrificio podemos lograrlo. Eso si la libertad, el
respeto a la vida, la humildad y el Amor, no pueden faltar como medios para
conseguir la meta final…. la Luz y así regresar al origen como parte del Todo.
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