Mirando hacia dentro
Sabías que……
*El
mal humor, el enojo, la acritud y la agresividad son emociones que afectan y dañan el
hígado. Para que la energía de ese órgano fluya y funcione correctamente, se
debe estar en calma, tener paciencia y ser tolerantes.
*El
nerviosismo, la hipersensibilidad, la histeria y la sobreexcitación, hacen que
el corazón y el intestino delgado alteren su frecuencia natural de
funcionamiento. La actitud relajada y divertida observando con tranquilidad
acontecimientos y sabiendo que todo lo acontece en nuestro entorno, requiere de
un razonamiento objetivo, hará que esos órganos fluyan con armonía y no sufran
daños.
*La
duda, los celos, la apatía y la ansiedad, desequilibran
el bazo, el estomago y el páncreas. Si cambiamos esas emociones por las de
comprensión, inteligencia, conocimiento, e ingenio, conseguiremos que la
asimilación de los alimentos sea beneficiosa y completa, sin que la acidez y el
exceso o merma de glucosa en sangre afecte nuestro metabolismo, y con ello a
órganos vitales.
*La
prepotencia, la tiranía, el abuso y la falta de comunicación, son emociones que generan
comportamientos dañinos, alterando el funcionamiento de los pulmones y el
intestino grueso. La flexibilidad, compartir con otros, la moderación y la
generosidad, harán que la oxigenación que no solo esos órganos necesitan para
su equilibrio funcionen con armonía, sino que todas las arterias fluyan con esa
energía renovadora.
*El
miedo, la timidez, la baja autoestima y el pesimismo, desequilibran el riñón, vejiga y
órganos genitales. Para que esos órganos no sean afectados, se debe desarrollar
la confianza, el valor, la esperanza y la creatividad.
*La
tristeza, la impaciencia, la irritabilidad y las obsesiones, afectan al sistema nervioso y con el a
todos los músculos del cuerpo, haciendo que la serotonina que estabiliza
nuestra mente y le proporciona como neurotransmisor control en nuestro estado
de ánimo y sensibiliza el sentido del dolor, fluya en su cantidad regular. Una
de las enfermedades actuales que aumentan por esa escasez de serotonina es, la
fibromialgia. Para combatir y contrarrestar esa carencia se deben activar
emociones contrarias como, la ilusión, el optimismo, la tranquilidad, la
alegría, además del entendimiento ante situaciones naturales. Con esa natural
activación anímica de esas emociones regulamos la serotonina tan necesaria
sobre todo para el control de la sensibilidad a los dolores en general y a los
musculares en particular por sus consecuencias, como la fatiga, que hace que la
actividad natural cotidiana se convierta en un gran esfuerzo.
Y
hasta aquí un minúsculo paseo por el cuerpo físico y su energía vital; energía
que es activada positivamente o su contrario, dependiendo de cómo sepamos no
solo recepcionar, sino administrar cada emoción.
Como
ya sabemos el ser humano no solo está compuesto de una estructura física hecha
de moléculas, sino como todo lo que nos
rodea, de campos de energía. Una energía muy sutil que recorre todo nuestro
organismo, que va acumulándose en diferentes partes del cuerpo y dependiendo de
si hay exceso o carencia, produce enfermedad o desarreglos tanto psíquicos como
físicos.
Los
diferentes estados emocionales de las personas, transforman esa energía en
positiva o negativa; de esa forma no solo nos afectan las emociones propias, sino las diferentes emociones de quienes nos rodean.
La
emociones negativas producen bloqueos o nudos energéticos, que sus consecuencias
se traducen en dolencias y o enfermedades. El conocimiento de la emoción y lo
que genera a nivel energético en todo el organismo es tan importante, que se
debe prestar atención. Son reacciones biológicas ante hechos o acontecimientos
que la mente procesa una vez la emoción recibida, dependiendo del conocimiento
de nuestro ser, sabremos diferenciar lo que es parte de nuestra esencia y lo
que no.
En
la conciencia está toda la información que debemos conocer. Dejar que esa
conciencia nos enseñe, no es arduo trabajo. Solo una dedicación práctica a la observación
e interiorización personal, irá descubriendo las múltiples herramientas con que
la mente cuenta, tanto para mantener la armonía, como para la recuperación en
el caso de disfunciones y o enfermedades.
Tanto
la Relajación como la Meditación son la apertura a esa conciencia. Su práctica
ordenada y continuada, ayuda a reducir el estrés que genera el desconocimiento
de todos y cada uno de los sistemas que mantienen la armonía del ser. Tú puedes
aceptar o rechazar cualquier acontecimiento que te genere intranquilidad e
incomodidad. La mente no solo genera energía que conduce por todo el cuerpo
físico, sino que a continuación genera pensamientos, y esos pensamientos son
los que mantenidos en tiempo y descontrolados, generan las enfermedades del
resto de los órganos.
Eres
tú quien decide que pensar, como también que sentir. Eres tú quien elige que
ideas aceptas y cuales rechazas. Tú eres quien en conexión con tu conciencia, serás un ser creativo o alguien vulnerable ante cualquier iluminado. Toma
conciencia de quien eres, que quieres y hasta donde estás dispuesto a llegar
hasta descubrir, las infinitas posibilidades que como ser único, con una mente
objetiva, has traído a este mundo.
Tú
eres quien sabe de ti. Eres una parte del todo, y con la posibilidad de que
cada átomo de energía que tu ser contenga, sea utilizada para su armonía y como
regeneradora de las disfunciones a las que sometemos la mente y con ella a
todos los sistemas y órganos del cuerpo físico.
Nadie
sabe como tú de ti. Las experiencias de otros y la transmisión de sus
conocimientos, deben ser observadas con objetividad. La ciencia, como
conocimientos contrastados de todo lo que nos rodea y como centro de ella el estudio biogenético de los
seres humanos, debemos saber en que momento deben ser tomadas en cuenta, utilizadas e
incluso ser necesarias, para fortalecer, recuperar y ayudar al bienestar mental y físico
de todos los seres humanos. Nadie sabe como tu de ti.
Cuando
hay un padecimiento, solo tú sabes su origen, solo tú sabes como decir que
necesitas, solo tú y tu mente objetiva, sabrás quien puede ayudar a resolver esos
momentos de inquietud o malestar. Saber que si te has fracturado un hueso,
necesitas un medico que lo reconstruya, o si tienes una bacteria, igualmente las
especialidades medicas sabrán como eliminar de tu organismo ese padecimiento y así
otras situaciones parecidas, para ello está la ciencia medica.
Ahora bien ¡cuidado!, en
infinitas ocasiones (por no decir en casi todas las demás), las disfunciones
orgánicas están producidas por las emociones que vivimos constantemente y que
la mente procesa con pensamientos generadores de diferentes sentimientos; pensamientos
que alteran las funciones orgánicas elementales de nuestro organismo. Ahí
es donde debemos observar objetivamente cual es la realidad. Con esa
realidad sabremos que es lo que debemos hacer y con quien podremos superar esa
circunstancia. Siempre con conocimiento y nunca dejándonos llevar en
esos momentos de debilidad como corderos, hacia donde por ese desconocimiento o
momento de duda, vamos sin saber si queremos ir. Esa ignorancia personal
conlleva que veamos profesionales de la medicina donde solo hay meros
seguidores de disciplinas, o sabios donde solo hay pastores, charlatanes y
manipuladores con negocios interesados, que nos dicen hasta que debemos pensar.
Con
ahínco proclamo necesario para el bienestar emocional y físico, el conocimiento
personal. Conocimiento que no necesariamente pasa, por doctrinas ni dogmas, solo
por prácticas sencillas de interiorización, para saber que queremos y no solo
que deseamos; que nos enseña y no, que nos cubre con velos momentáneos, como la
farmacología para calmar estados de confusión emocionales, o la búsqueda de un
pastor charlatán que nos diga cual es esa
realidad personal, NO, solo tú sabes de ti, solo tú sabes quien eres. Eso
si, para adquirir ese conocimiento hay que tener disciplina, saber escuchar a esa
conciencia ancestral propia y hacer consciente las modificaciones que nuestro
saber, debe ejecutar para la armonización de todo nuestro ser.
Todo
empieza en la mente con sus emociones, pensamientos y sentimientos. A ella y a la conciencia que anida en ella, solo
llegamos con consciencia desde la observación objetiva, con la práctica de la
relajación y la meditación personal; solo
en ese momento de quietud y aprendizaje, lo que dirías que debe hacer a quien
ves sufrir, dítelo a ti, díselo a ese personaje que sufre y realmente nadie
puede hacer nada, mas que él, nadie tiene ese conocimiento mas que él, ese él,
¡eres TÚ!.
Quiérete,
respétate, perdónate, enséñate, búscate, entrégate y sacrifícate; con voluntad como motor y el esfuerzo
como energía, lo conseguirás, si así lo haces descubrirás la maravilla de la
CREACIÓN. Descubrirás no solo a ti, sino a los demás, y con ese descubrimiento
alcanzarás los objetivos que tan manida y superfluamente oímos como son......el.
*AMOR…Y…FELICIDAD…
*SALUD…Y…BELLEZA….
*PAZ…Y…BIENESTAR.
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