jueves, 4 de julio de 2013

MIRANDO HACIA DENTRO

Mirando hacia dentro
Sabías que……

*El mal humor, el enojo, la acritud y la agresividad son emociones que afectan y dañan el hígado. Para que la energía de ese órgano fluya y funcione correctamente, se debe estar en calma, tener paciencia y ser tolerantes.

*El nerviosismo, la hipersensibilidad, la histeria y la sobreexcitación, hacen que el corazón y el intestino delgado alteren su frecuencia natural de funcionamiento. La actitud relajada y divertida observando con tranquilidad acontecimientos y sabiendo que todo lo acontece en nuestro entorno, requiere de un razonamiento objetivo, hará que esos órganos fluyan con armonía y no sufran daños.

*La duda, los celos, la apatía y la ansiedad, desequilibran el bazo, el estomago y el páncreas. Si cambiamos esas emociones por las de comprensión, inteligencia, conocimiento, e ingenio, conseguiremos que la asimilación de los alimentos sea beneficiosa y completa, sin que la acidez y el exceso o merma de glucosa en sangre afecte nuestro metabolismo, y con ello a órganos vitales.

*La prepotencia, la tiranía, el abuso y la falta de comunicación, son emociones que generan comportamientos dañinos, alterando el funcionamiento de los pulmones y el intestino grueso. La flexibilidad, compartir con otros, la moderación y la generosidad, harán que la oxigenación que no solo esos órganos necesitan para su equilibrio funcionen con armonía, sino que todas las arterias fluyan con esa energía renovadora.

*El miedo, la timidez, la baja autoestima y el pesimismo, desequilibran el riñón, vejiga y órganos genitales. Para que esos órganos no sean afectados, se debe desarrollar la confianza, el valor, la esperanza y la creatividad.


*La tristeza, la impaciencia, la irritabilidad y las obsesiones, afectan al sistema nervioso y con el a todos los músculos del cuerpo, haciendo que la serotonina que estabiliza nuestra mente y le proporciona como neurotransmisor control en nuestro estado de ánimo y sensibiliza el sentido del dolor, fluya en su cantidad regular. Una de las enfermedades actuales que aumentan por esa escasez de serotonina es, la fibromialgia. Para combatir y contrarrestar esa carencia se deben activar emociones contrarias como, la ilusión, el optimismo, la tranquilidad, la alegría, además del entendimiento ante situaciones naturales. Con esa natural activación anímica de esas emociones regulamos la serotonina tan necesaria sobre todo para el control de la sensibilidad a los dolores en general y a los musculares en particular por sus consecuencias, como la fatiga, que hace que la actividad natural  cotidiana se convierta en un  gran esfuerzo.

Y hasta aquí un minúsculo paseo por el cuerpo físico y su energía vital; energía que es activada positivamente o su contrario, dependiendo de cómo sepamos no solo recepcionar, sino administrar cada emoción. 

Como ya sabemos el ser humano no solo está compuesto de una estructura física hecha de moléculas, sino como  todo lo que nos rodea, de campos de energía. Una energía muy sutil que recorre todo nuestro organismo, que va acumulándose en diferentes partes del cuerpo y dependiendo de si hay exceso o carencia, produce enfermedad o desarreglos tanto psíquicos como físicos.  

Los diferentes estados emocionales de las personas, transforman esa energía en positiva o negativa; de esa forma no solo nos afectan las emociones propias, sino las diferentes emociones de quienes nos rodean.

La emociones negativas producen bloqueos o nudos energéticos, que sus consecuencias se traducen en dolencias y o enfermedades. El conocimiento de la emoción y lo que genera a nivel energético en todo el organismo es tan importante, que se debe prestar atención. Son reacciones biológicas ante hechos o acontecimientos que la mente procesa una vez la emoción recibida, dependiendo del conocimiento de nuestro ser, sabremos diferenciar lo que es parte de nuestra esencia y lo que no.

En la conciencia está toda la información que debemos conocer. Dejar que esa conciencia nos enseñe, no es arduo trabajo. Solo una dedicación práctica a la observación e interiorización personal, irá descubriendo las múltiples herramientas con que la mente cuenta, tanto para mantener la armonía, como para la recuperación en el caso de disfunciones y o enfermedades.

Tanto la Relajación como la Meditación son la apertura a esa conciencia. Su práctica ordenada y continuada, ayuda a reducir el estrés que genera el desconocimiento de todos y cada uno de los sistemas que mantienen la armonía del ser. Tú puedes aceptar o rechazar cualquier acontecimiento que te genere intranquilidad e incomodidad. La mente no solo genera energía que conduce por todo el cuerpo físico, sino que a continuación genera pensamientos, y esos pensamientos son los que mantenidos en tiempo y descontrolados, generan las enfermedades del resto de los órganos.

Eres tú quien decide que pensar, como también que sentir. Eres tú quien elige que ideas aceptas y cuales rechazas. Tú eres quien en conexión con tu conciencia, serás un ser creativo o alguien vulnerable ante cualquier iluminado. Toma conciencia de quien eres, que quieres y hasta donde estás dispuesto a llegar hasta descubrir, las infinitas posibilidades que como ser único, con una mente objetiva, has traído a este mundo.

Tú eres quien sabe de ti. Eres una parte del todo, y con la posibilidad de que cada átomo de energía que tu ser contenga, sea utilizada para su armonía y como regeneradora de las disfunciones a las que sometemos la mente y con ella a todos los sistemas y órganos del cuerpo físico.

Nadie sabe como tú de ti. Las experiencias de otros y la transmisión de sus conocimientos, deben ser observadas con objetividad. La ciencia, como conocimientos contrastados de todo lo que nos rodea y como centro de ella el estudio biogenético  de los seres humanos, debemos saber en que momento deben ser tomadas en cuenta, utilizadas e incluso ser necesarias, para fortalecer, recuperar y ayudar al bienestar mental y físico de todos los seres humanos. Nadie sabe como tu de ti.

Cuando hay un padecimiento, solo tú sabes su origen, solo tú sabes como decir que necesitas, solo tú y tu mente objetiva, sabrás quien puede ayudar a resolver esos momentos de inquietud o malestar. Saber que si te has fracturado un hueso, necesitas un medico que lo reconstruya, o si tienes una bacteria, igualmente las especialidades medicas sabrán como eliminar de tu organismo ese padecimiento y así otras situaciones parecidas, para ello está la ciencia medica.

Ahora bien ¡cuidado!, en infinitas ocasiones (por no decir en casi todas las demás), las disfunciones orgánicas están producidas por las emociones que vivimos constantemente y que la mente procesa con pensamientos generadores de diferentes sentimientos; pensamientos  que alteran las funciones orgánicas elementales de nuestro organismo. Ahí es donde debemos observar objetivamente cual es la realidad. Con esa  realidad sabremos que es lo que debemos hacer y con quien podremos superar esa circunstancia. Siempre con conocimiento y nunca dejándonos llevar en esos momentos de debilidad como corderos, hacia donde por ese desconocimiento o momento de duda, vamos sin saber si queremos ir. Esa ignorancia personal conlleva que veamos profesionales de la medicina donde solo hay meros seguidores de disciplinas, o sabios donde solo hay pastores, charlatanes y manipuladores con negocios interesados, que nos dicen hasta que debemos pensar.

Con ahínco proclamo necesario para el bienestar emocional y físico, el conocimiento personal. Conocimiento que no necesariamente pasa, por doctrinas ni dogmas, solo por prácticas sencillas de interiorización, para saber que queremos y no solo que deseamos; que nos enseña y no, que nos cubre con velos momentáneos, como la farmacología para calmar estados de confusión emocionales, o la búsqueda de un pastor charlatán que nos diga cual es esa  realidad personal, NO, solo tú sabes de ti, solo tú sabes quien eres. Eso si, para adquirir ese conocimiento hay que tener disciplina, saber escuchar a esa conciencia ancestral propia y hacer consciente las modificaciones que nuestro saber, debe ejecutar para la armonización de todo nuestro ser.

Todo empieza en la mente con sus emociones, pensamientos y sentimientos. A ella y a la conciencia que anida en ella, solo llegamos con consciencia desde la observación objetiva, con la práctica de la relajación y la meditación personal;  solo en ese momento de quietud y aprendizaje, lo que dirías que debe hacer a quien ves sufrir, dítelo a ti, díselo a ese personaje que sufre y realmente nadie puede hacer nada, mas que él, nadie tiene ese conocimiento mas que él, ese él, ¡eres TÚ!.

Quiérete, respétate, perdónate, enséñate, búscate, entrégate y  sacrifícate; con voluntad como motor y el esfuerzo como energía, lo conseguirás, si así lo haces descubrirás la maravilla de la CREACIÓN. Descubrirás no solo a ti, sino a los demás, y con ese descubrimiento alcanzarás los objetivos que tan manida y superfluamente oímos como  son......el.
      *AMOR…Y…FELICIDAD…
               *SALUD…Y…BELLEZA….
                           *PAZ…Y…BIENESTAR.



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