martes, 25 de noviembre de 2014

EL CAMINO MEDIO


EL CAMINO MEDIO

Cada momento por el que pasamos en la vida son momentos necesarios de experiencias. Son caminos a seguir en la existencia de vida.
Al caminar es inevitable cierto sufrimiento, perdidas y desilusiones, como igualmente momentos placenteros y saludables. Ahora bien si los recuerdos que tenemos de los momentos de felicidad nos quedan como fugaces, el mucho y constante sufrimiento, ya sea por la circunstancia que nos toque vivir y experimentar, es opcional.

Siendo opcional, si el sufrimiento es continuado, es resistencia al momento presente, la no comprensión, y sobre todo la no aceptación de que todo cuanto existe, está destinado a cambiar, queramos o no, nos guste o no. Nada debe haber que nos cause tanto, una atracción desmesurada, como un rechazo insoportable.

Si observamos con atención cada momento que nos provoca una emoción, descubriremos que cosas tan opuestas como el placer y el dolor tienen sus ventajas o sus desventajas, que con la misma intensidad pueden provocar emociones encontradas.

Nada que ocurra tanto en el entorno cercano como en el global de la humanidad, nos será ajeno, siempre de manera directa como indirecta seremos parte de, sino de una causa, si de un efecto. La claridad y comprensión del suceso, no solo lo observaremos también lo gozaremos o sufriremos, dependiendo eso si, solo de nosotros los tiempos que dicha emoción queremos que anide dentro de nuestros corazones.
La conjugación del corazón con la mente, o dicho de otra manera, la armonía en que nos encontremos, dará el tiempo necesario en que estemos sintiendo esa emoción.

La plenitud de la vida en esta existencia, no está en controlar cada emoción hasta el punto de eliminarla. Esa es una actitud diría yo hasta contraproducente. Si es encontrar en cada una de ellas la satisfacción que desde el interior genera; tanto si zarandea haciendo daño, como si sorprende añadiendo un momento de felicidad. Como antes he dicho, depende de nosotros mismos el tiempo que le demos, el regocijo que sintamos a su vez dentro de ella, o la claridad con que analicemos la situación que la provoca.

Recordemos también que somos seres únicos, por tanto cada quien recibe “su emoción”. Puede parecer que todos los seres ante las mismas circunstancias, sienten lo mismo, pues no es así. La naturaleza del ser humano es rica en todo tipo de comportamientos, no dependemos sola y exclusivamente de lo que creemos o queremos cada cual, estamos sujetos a los vaivenes del cambio continuo, a las circunstancias de otros, e incluso a lo que la propia naturaleza y el cosmos nos vaya deparando.

Porqué si cada emoción la disfrutamos o sufrimos de manera personal, la responsabilidad de los actos y decisiones igualmente debe ser personal. En múltiples ocasiones pedimos que otros hagan o nos digan que debemos hacer, bien para resolver esas, las sensaciones y emociones con las que tenemos que convivir cada instante de nuestra existencia, o para que nos resuelvan situaciones puntuales.

Si el inmovilismo en el espacio no existe, ¡porque no aceptamos los cambios con la misma convicción!, ya sean provocados por nosotros o por diferentes circunstancias generales, siendo además participes con responsabilidad de los mismos y desde un conocimiento objetivo y en conciencia, tanto personal como global.
Todos esos cambios, si sabemos en conciencia que deben ser un aporte de conocimiento, y sobre todo quizá para rectificar errores, los disfrutaremos desde su esencia. Eso si dándonos los tiempos necesarios para ello, nunca sobrepasándolos hasta el punto de alterar la capacidad de continuar en el camino que sabemos nuestro.

Hoy pasamos por momentos en la humanidad de contrastes y sobre todo de barbarie entre seres humanos primordialmente. No dejo de reconocer que vivimos en continuo desasosiego, bien sea por hechos evidentes o por creaciones de estados idílicos de quienes se creen en poder de la verdad. Pero también siento que la evolución de los seres humanos está sufriendo una “separación de la paja del trigo”, (me disculpo por tener que utilizar ese termino, pero no se me ocurre otro en este momento), es como si la evolución de unos pasa por la involución de otros. Hay quien muy a pesar de las dificultades que aparecen en su camino, sabe encontrar ese punto de entrega y felicidad, y hay quien solo busca destruir y crear situaciones limites, (creo en beneficio propio), para dominar e implantar no ideas creativas, libertad, responsabilidad y esfuerzo, si no mas bien, hacer seres que solo sean capaces de movilizarse por las ideas de otros de un líder utópico que les promete ser alimentados y cubiertas todas las necesidades, con el mínimo esfuerzo, igual que si fuéramos animalitos indefensos sin capacidad de hacer y pensar, para eso están ellos y tener así satisfechas las mas primitivas necesidades humanas. Eso si dando un cariz de sabiduría a sus palabras y actuaciones. 
Vivir solo con y por apariencias externas, imágenes creadas para ser imitadas, hacer oídos a salvadores de “patrias”, son errores a los que tenemos que dar respuesta e incluso hacer frente con energía y coherencia. En el mundo está sembrada una semilla de confusión tremenda. Si, el ser humano en su materia que no en su esencia, es manipulable, por tanto observemos desde nuestro interior, que y quienes realmente nos plasman una realidad o quienes nos prometen un paraíso, sin esfuerzo ni aporte alguno, sino con un silencio y sin cuestionar nada. La sociedad en la que vivimos, nos aporta cierta tranquilidad con medios para no dejar a quienes atentan contra el bien general y haga de ello una norma y costumbre. 
No dejemos que nadie imponga voluntades para callar e imponer maneras no deseadas. La libertad global pasa por la individual, sabiendo siempre que La Vida material que nos toca vivir, pasa por apreciar desde la propia hacía todo el que decide nacer para su aprendizaje. Nadie es dueño de ninguna vida que aparece en este plano, si un colaborador en su desarrollo, entregando la mayor ayuda posible para su crecimiento y aprendizaje.

No somos pocos quienes sabemos que la vida es algo mas que todo eso, y ahora es el momento de poner en práctica lo que desde nuestro interior sabemos. Cada vez que escribo sobre la individualidad del ser y sobre todo de sus emociones, no dejo de pensar en todo aquel, a quien no soy capaz de transmitir lo que siento y pienso, de la brecha tan enorme que está abierta entre unos y otros. Pero no cejo en seguir intentando abrir cada interior a quienes quieren escuchar, y con cada experiencia bien sea propia o aprendida de otros, decir. Es tiempo ahora. Las llaves están puestas en las cerraduras de todos, ahora bien es decisión propia abrir o dejar que se oxide sin girarla. Dejar nuestro interior en la oscuridad o abrir de par en par para que la Luz entre, dejando ver lo grandiosa que es la vida a la que nos hemos comprometido a Vivir.
Cierto es que nada podemos hacer a nivel global, solo individual. Aunque también creo que las playas están hechas de granitos de arena, seamos cada quien un grano de arena, y formemos una preciosa playa de arena blanca y agradable.

Conozcamos cada emoción dentro de si mismos, para conocer la del otro. Demos el tiempo necesario a cada una de ellas e intentemos caminar no sin esfuerzo, asumiendo nuestro momento, resolviendo sin culpabilizar a nadie de que y quienes somos, sabiendo asumir las decisiones que tomamos con responsabilidad. Somos como ya he dicho en varias ocasiones seres espirituales viviendo una experiencia material, cada cual la suya.

La entrega, el esfuerzo y el respeto propio, genera las emociones mas ricas y satisfactorias. Con la aceptación y la comprensión de cada momento, sobre todo del que hiere haciendo sufrir, pasa a ser una experiencia, sin que se impregne como herida en nuestro cuerpo etéreo, el que prevalece y perdura en el tiempo, ese siempre debe conservarse sin heridas y energéticamente completo.

Hay diferentes caminos por los que transitar en el largo proceso de Vivir. Caminos que debemos siempre observar, sin dejarnos seducir por estados momentáneos de ánimo o por consignas que vayamos escuchando de quienes nos dicen que es lo debemos no solo hacer, sino hasta pensar. La responsabilidad de los actos, aunque las decisiones tomadas no sean siempre las mas acertadas, ademas de darnos experiencia, nos darán seguridad para resolver cualquier contratiempo y lucidez para seguir el camino. No debemos olvidar que nada ni nadie puede llevarnos a hacer lo que no queremos, el camino que decidamos tomar será siempre responsabilidad propia, dejemos de hacer culpables a otros de las decisiones que tomamos, NO somos marionetas, utilizando ese concepto como una justificación, sobre todo ante errores cometidos.

Hay una escrito que leí atribuido a Buda, en el que para explicar lo que significaba vivir plenamente el momento presente y con él conocer el camino a seguir; camino de consciencia y evolución, siendo este ejemplo muy descriptivo. Nos enseña que es el Camino Medio, por el que recorrer, con el mínimo de dificultades, cada momento de la existencia, reconociendo, no lo que deseamos puntualmente, sino lo que queremos para la comprensión y evolución en la existencia material en la que estamos inmersos.
Quizá sepan de él, aún así se lo resumo a continuación y les emplazo a que mediten sobre ello.

Imaginemos ser un tronco de un hermoso árbol, que se desliza por un río. Una de las orillas de dicho río representa los excesos, mientras que la otra orilla representa las privaciones. Mientras, el tronco va evitando ambos extremos.
Sabe que si se queda atrapado en cualquiera de las dos orillas, bien se hunde o se pudre; pero si sigue el Camino Medio, se deslizará flotando por el río y alcanzará el Océano de la Libertad.

Depende de cada uno de nosotros reconocer los extremos, Buda lo hizo, observó y contempló lo que iba apareciendo ante él, fuera lo que fuera. No se dejó seducir por los placeres, ni se dejó traicionar por el dolor, porque se mantuvo centrado en el momento presente, sin apegarse, aferrarse a nada, o escuchar cantos de sirenas, o lo que es lo mismo escuchar a quienes nos prometen lo que en nuestro interior sabemos no es posible. No por incapacidad de realizarlo sino mas bien porque quizá al no ser un camino propio, solo nos lleva a la perdida de conocimiento de nuestra realidad y posiblemente de la realidad general con la que tenemos que vivir.

Cada realidad como cada emoción es propia, ya está dicho, solo si interiorizamos ese conocimiento, seremos capaces de aportar, bien digo aportar, y no de manipular, a los que en plano cercano conviven con nuestras circunstancias y por ende la multiplicidad que eso conlleva.

Seguir ese Camino Medio con responsabilidad y sobre todo con respeto, es labor individual, es adquirir el conocimiento de que y quienes somos, de abrir un canal a la sabiduría universal. Saber que la dificultad con la que debemos vivir, desde nuestro plano etéreo y espiritual en el mundo de la materia, es para adquirir el conocimiento e intentar al menos llegar a la sabiduría, y con ella a la conexión con el Todo. Ese Todo es solo Amor y Entrega Incondicional.