viernes, 7 de junio de 2013

LA AUTOESTIMA


LA AUTOESTIMA

¿Qué entendemos por Autoestima?. Dependiendo de quien haga y a quien vaya dirigida esa pregunta, la respuesta puede ser diferente. Si la hace un psiquiatra o un psicólogo, hay diferente respuesta y una base condicionada sobre quien tiene que responder. Ahora bien si procede de un coaching <entrenador>, va orientado hacia otro objetivo; el de instruir a una persona o un grupo para el logro de una meta, haciendo con esa instrucción que quien la recibe descubra formas de desarrollar capacidades personales.

En su esencia la autoestima viene de la valoración de uno mismo; es una percepción que evalúa pensamientos, sentimientos, comportamientos y actuaciones hacia nosotros mismos.

Lo importante de la autoestima radica en que depende de nuestro ser, del carácter, del sentido que de nuestra vida tenemos, a la forma de comportarnos, a la valía y conocimientos y a la educación recibida. Dependiendo de todo eso, la valoración que nos demos afectará a la comunicación y a la forma de ser y actuar, al relacionarnos con los demás.
La autoestima viene de lo que pensamos de nosotros mismos, recordemos, de nuestra valoración, no de lo que piensen otros.

Como vemos es un valor positivo, ahora bien, en su justa medida. Como en todo lo relacionado con el conocimiento personal, debe pasar por eso ¡conocernos!.
Es fácil para quien es un triunfador, decir que su estima es elevada, pero lo difícil es a quien no lo es, hacer ver que si aumenta la autoestima puede serlo.

Para saber en que nivel se tiene la autoestima y no valorarlo de manera errónea, sobre todo por comparación con otros, o porque lo diga alguien, se necesita el conocimiento de quien eres, que quieres y como lo quieres; si es en sentido profesional,  social o personal, da igual siempre es imprescindible ese conocimiento.

Aunque nos intenten hacer creer que todos somos capaces de hacer todo y conseguir cualquier cosa ¡no es cierto!.
Cada cual tiene sus metas, y su camino en la vida va haciéndolo con un solo fin, conocerse, saber de sus capacidades y desarrollarlas al máximo y con ello ¡ser feliz!. 
Pondré algún ejemplo de personajes de la historia que han sido grandes, por haber nacido con un don; Beethoven, Mozart, Velazquez, Dalí, Einstein, Newton, Stephen Hawking  y así un largo etcétera.. ¿tendrían una alta estima de si mismos? o sencillamente conocían sus posibilidades y las desarrollaron hasta conseguir ser genios en las facetas que eligieron. ¡Imposible ser ellos!, pero…¡podemos ser nosotros!.

El conocimiento personal, te da la medida de en qué punto tenemos la autoestima. Es una medida que dependiendo de los momentos que estemos atravesando, la veremos alta o baja, y siempre muy relacionada con logros o dificultades puntuales. El conocimientos de esos momentos emocionales, hará que podamos responder de manera natural en el equilibrio que la estima requiere.

El simple pensamiento de decir “soy el mejor” o “voy a conseguirlo”, como recomiendan infinitos libros de autoayuda, para elevar la estima, no es suficiente. Nada hay de negativo en esos pensamientos, todo lo contrario, pero además de los pensamientos positivos hay que interiorizar en el conocimiento personal. Saber de nosotros y conociendo las capacidades, acentuar todas las herramientas que tenemos en nuestro poder, para no solo conseguir metas, sino para evolucionar como seres únicos que somos y conseguir la armonía y el  equilibrio personal.

Sin el conocimiento personal, la valoración que podemos hacer de nosotros, puede ser equivocada, tanto en su defecto como en su exceso, y llegar hasta el punto de crear problemas psicológicos propios y en nuestro entorno mas cercano.

Hay diferentes señales en las personas  para reconocer una muy baja autoestima o un exceso de ella. Ambas deberán ser observadas y corregidas. La estima requiere un equilibrio; tan perjudicial para la salud es tener menos de la debida como mas de la necesaria.

Signos de una persona con una muy baja autoestima:

* Tendencia a sufrir ante las adversidades
* Miedo a la opinión de los demás
* Inseguridad, miedo a expresar gustos y opiniones
* Sienten necesidad de ser aceptados por los demás (ya
   que ellos no se aceptan a si mismos)
* Muy vulnerables ante las críticas
* Gran dificultad en las relaciones
* No corren riesgos por miedo al fracaso
* Les cuesta expresar sentimientos
* Ven a los demás siempre por encima de ellos
* Aceptan menosprecios por no quedarse solos
* Se justifican y excusan en demasía
* Apatía y desinterés por todo
* Sienten una constante infelicidad y limitaciones.

Características de persona con exceso de autoestima:

* Optimismo exagerado (todo me sale bien siempre, no me
   va a pasar nada malo nunca)
* Temeridad (están tan seguros de si mismos que no   
   miden los riesgos
* Narcisismo (se creen los mas guapos, listos, interesantes
   se creen irresistibles a los demás y amados por todos
 * Omnipotentes (se sienten capaces de cualquier cosa y
    nadie es mejor que ellos, los demás son seres inferiores)
* Intolerancia (no aceptan que pueden estar equivocados,
   siempre llevan la razón, no permiten los errores de los
   demás hasta el punto de ridiculizarles
* Exageración (gustan de ser el centro de atención, hablan
   en exceso y en tono alto)
* Imprescindibles (ellos son necesitados por todos pero
   ellos no necesitan a nadie para nada)
* Competitividad enfermiza (como creen poder con todo y
   ganar a cualquiera, si fracasan culpan a la suerte a que
   han utilizado trampas o malas artes, ayudas o ventajas
* Prepotencia y vanidad (tienen una necesidad continua
   de ser elogiados por cualquier cosa, no aceptan el recha-
   zo y lo catalogan de envidia.

Como podemos ver el equilibrio en la estima es la armonía que nuestro ser necesita realmente. Deberemos cuidar por tanto el valor que nos damos, no dejar que otros con “consejos” u “opiniones” influyan en el concepto que debemos tener de nosotros mismos.
Como decía un filosofo, “cada uno vale el precio que se estima, valórate como hombre libre o esclavo y que eso dependa solo de ti”.

Descubrir nuestras capacidades, interiorizando cada emoción, deseo o ilusión, y conociendo quien, que y como queremos que sea nuestra vida en esta existencia, es donde debemos poner la mayor voluntad; utilizando para ello todas las herramientas que nuestra mente tiene a disposición de cada momento personal, tanto físico como emocional, y con ellas saber resolver las dificultades que como aprendizaje, se nos presentan a lo largo de toda la vida.

Conseguiremos con ese conocimiento lo imprescindible, aceptar quienes somos y así disfrutar del Amor, con él y a través de él, Paz, Armonía y Evolución como el universo que somos dentro del Universo. 
La valoración que es <la autoestima> y que hacemos de nosotros, dejará de ser cuestionada en demasía, para catalogar o etiquetar diferentes actitudes, en diferentes situaciones por las que pasamos a lo largo de una vida, todos los seres humanos.


   El Pesimista se queja del viento, el Optimista espera que cambie,    
                                        el Realista ajusta las velas




2 comentarios:

  1. Muy interesante, como todo lo que escribes, gracias por compartirlo. Te mando un cariñoso abrazo

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    1. Gracias siempre a ti Esther por ser lectora del blog y sobre todo muy halagada por tus comentarios, son un aliciente para seguir escribiendo. Un beso

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