jueves, 23 de mayo de 2013

LOS APEGOS



LOS APEGOS

El apego es como una cárcel para quien tiene arraigado en su mente la necesidad de dependencia. Si nos preguntamos sinceramente ¿a que tengo apego?, descubriremos que todos de una manera u otra tenemos algún apego.

Describir que es exactamente un apego no es sencillo, es muy extenso y diferenciado. Existen apegos físicos como…al dinero, a un coche, a una casa, a un lugar, a un objeto, a persona o personas, a tener éxito, a ser admirado, e incluso a un estatus social. Luego están los apegos emocionales como…. El rencor, la ira, la soberbia, la envidia, el dolor, las drogas en su mas variopinta extensión, la depresión, el sufrimiento, la culpa, el miedo, y así un largo etc de emociones.

El apego es realmente un estado emocional, vinculado compulsivamente a cosas o personas por haber sido transmitido a través de comportamientos familiares, educacionales y sociales. Se nos va transmitiendo que si no consigues tal o cual cosa no puedes ser feliz.
La mente está siendo programada para decirte que no puedes ser feliz si no consigues tal o cual cosa, si no tienes a tal o a cual persona, si no consigues trabajo seguro, si además no das seguridad a tu futuro, si estás solo…. ¡falso! todo eso es falso, es crear apegos como grilletes.
Todas las cosas por las que se siente apego y por las que tu mente dice que no puedes ser feliz, van provocando estados de ansiedad y angustia; estados que la mente traduce en pensamientos que obstaculizan el autentico desarrollo personal y la evolución espiritual.
De ahí que el apego es un estado emocional con dos polos el positivo y el negativo. El positivo es el placer que se siente cuando logras aquello por lo que sientes apego, generando un estado puntual de felicidad. El negativo es la amenaza y tensión que acompaña al proceso de conseguir aquello por lo que se siente apego, con el desenlace en muchas ocasiones de frustración e inestabilidad en la paz y armonía interior.
Si no se consigue el objeto por el que se siente apego, produce infelicidad y si lo consigues te produce un instante de felicidad y a su vez la inquietud y temor a perderlo.

Hay igualmente un apego muy poderoso que es el apego a nuestro “yo”, concretamente a nuestro cuerpo físico. Sí, debemos de cuidar y querer nuestro cuerpo, lo necesitamos, pero no creamos que todo lo que somos es gracias a ese cuerpo, no debemos de olvidar que es algo mas que un cuerpo físico.
En la cultura de occidente, cuesta mucho asimilar que el cuerpo está provisto de un Alma, no así ocurre en otras culturas como por ejemplo en la oriental. En la cultura oriental el apego al cuerpo no existe, puesto que la muerte es algo que tienen aceptado desde el nacimiento, para ellos la etapa terrenal es un aprendizaje dentro de la evolución del ser, lo entienden como algo natural.
Los occidentales muy al contrario, el miedo a la muerte es el apego mayor que podemos tener, y el causante de tantas “depresiones”, sufrimiento e incomprensión de lo que es la VIDA.
Para entender la muerte hay que entender la vida. Estamos aquí sí, pero sabiendo que somos seres perecederos, al igual que cualquier otra cosa o ser en este plano, regido todo por ciclos o etapas.
Pensemos por un instante en la perdida de un ser querido, el sufrimiento que eso nos causa no es por su perdida en si, sino por el apego y el deseo de tenerle a nuestro lado. El sentimiento de desamparo que nos envuelve unido al de soledad, es tan fuerte que nos provoca el sentimiento de pena. La pena no deja de ser egoísmo y apego hacia quien se nos ha ido, realmente no se llora por quien muere, sino por nosotros que nos quedamos sin la compañía de ellos.

Amar con pensamientos de libertad, estamos y están los tiempos que corresponda a cada cosa o persona en nuestra vida. El apego es un deseo de dependencia y posesión a la vez, cadenas que nos entorpecen y condicionan.

Como vemos realmente los apegos no producen felicidad real, la felicidad es contraria a los apegos. Debemos liberar nuestra mente de pensamientos de apego y comprender donde está la autentica felicidad.
El amor y la felicidad solo pueden existir en libertad, los apegos son grilletes que no permiten esa libertad, que condicionan y marcan un camino definido en un tiempo limitado y en condiciones especificas.

Lo que  debemos es tomar conciencia comprender y aprender; si los apegos han provocado estados de sufrimiento e inestabilidad emocional ¡aprendamos de ello!, y si por el contrario ha producido un placer será útil recordarlo.

En la medida que se siente apego o nos creemos condicionados por algo o alguien, y que es casi imposible liberarse de ello, es el momento de que la mente provoque el pensamiento de libertad.
Solo con un pensamiento en libertad se podrá cambiar, para evitar el sufrimiento que ese estado emocional va a provocar, y con esa proyección de libertad a través del pensamiento liberarnos de los apegos que solo empobrecen la evolución y el conocimiento de la persona que realmente somos.

Siempre que en nuestra vida tengamos miedo a perder algo, es síntoma de que hay un apego que debemos observar.
Ahora bien no basta con desear no tener apegos, debemos trabajar en ello, darnos cuenta de cuando hay un apego y sopesar donde nos lleva y que tipo de emociones nos afloran. El trabajo que conlleva es de cada cual y sobre todo que estará con nosotros toda la vida, no podemos rendirnos ser conscientes y fuertes, pensando que eliminar los apegos es vivir sin miedos, es vivir en paz…. ¿Y que hay mejor que la paz y la armonía en la vida?. 




2 comentarios:

  1. La Paz y la Armonía no la dan precisamente el estar excentos de "apegos", sino que el Tener el Espíritu en Paz, lo que dá Sosiego, Quietud a la Mente y por ende Salud al cuerpo.
    Y el Espíritu para que conozca la Paz, debe llenarse de Amor y para llenarse de Amor, hay que Buscar a Dios.
    Un saludo afectuoso para Usted Concepción, le tengo en mi recuerdo. Atentamente... "Houng".

    __No se puede Exprimir la Vida, Ni Tampoco Podemos Conquistarla, Pero Sí Podemos Rendirnos Valientemente ante Ella.___-

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    1. Interesante su comentario Anónimo (Houng).. Muy agradecida y a la vez sorprendida de encontrarle de nuevo. Un afectuoso saludo

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