miércoles, 18 de mayo de 2011

El argumento de LA VIOLENCIA y LA MENTIRA


"El argumento de LA VIOLENCIA y LA MENTIRA”

Siempre he creído que los conflictos, se dirimen con argumentos expuestos de forma tranquila, enérgica e incluso acalorada, pero nunca con violencia o mentiras. Reconozco que  en ocasiones nos hace falta un mediador objetivo, para encauzar y o clarificar posturas opuestas o diferentes puntos de vista debidos a circunstancias y situaciones distintas. Para ello y por la complejidad del ser humano en la convivencia social, tuvimos que ir creando leyes, leyes que además de hacer de guía clarificante, hiciesen que este pobre ser humano fuese diferenciando lo que está bien de lo que está mal, la verdad de la mentira, en su naturaleza mas objetiva, para un orden social basado en el respeto y para un bienestar general. A continuación se otorgaron poderes y se le entregaron, a quienes con su sapiencia, apliquen y defiendan cada una de ellas, dando protección a quienes sigan sus premisas con objetividad y basándose en hechos probados, apliquen esas leyes a quienes atentan contra ese orden establecido como protección; buscando siempre el bien objetivo y el respeto que todo ser merece, por el simple hecho de “ser”, con la individualidad de “único”, y la riqueza que conlleva. Las diferencias entre los seres son un además, no un menoscabo para llegar a La Verdad; verdad que se compone de verdades individuales, y con un fin, el de diferenciar los deseos individuales, de la verdad orientada hacia una meta, la de desarrollar la mente como individuos y así evolucionar como seres inteligentes, para el bienestar de todos.  
¿Por qué existe la violencia en muy diferentes formas entonces? Y ¿La mentira como medio para satisfacer egos y confundir?

REFLEXIÓN

“Platón dice que el bien es la idea suprema y el mal es la ignorancia”. Si lo tomamos en su sentido literal es fácil de entender. La idea suprema es la cavidad donde todo es bueno para el conjunto de entes que hay dentro de ella. El mal por tanto es ignorar ese concepto natural y supremo.

“Sócrates identificaba a la bondad con la virtud moral y a ésta con el saber. Por lo tanto el mal es el resultado de la falta de conocimiento”. Este pensador además nos mezcla o amplía el bien o bondad con la virtud moral. La virtud moral es innata en el ser racional; nadie está libre de sufrir, ahora bien si ese sufrimiento viene dado por la falta de respeto, la injusticia y la manipulación o “la mentira”, dejamos a un lado esa virtud moral, para asumir un “todo vale”, pasando entonces a la falta de conocimiento y sobre todo, a una ignorancia del orden de bienestar para todo y todos.  

“Aristóteles considera una acción buena aquella que conduce al logro del bien del hombre o a su fin, por lo tanto, toda acción que se oponga a ello será mala”. La mejor acción del hombre hacia si mismo y hacia el semejante para el bien del hombre en su sentido literal, es darle todos los medios a  su alcance para el logro del conocimiento y con el, alcanzar la sabiduría. Toda acción contraría no solo es hacer mal,  es negarle la liberad en su existencia.

El bien, el mal, la moral, en la pequeñísima evolución del ser humano, cada quien lo quiere, maneja, exige y se erige en poseedor para si, ¿pero sabe realmente que es?, ¿sabe que conlleva, sabe de la responsabilidad?. Además aunque haya quienes hagan ver que son vías de dos direcciones, dependiendo de ideologías o culturas, no es así, es siempre por la imposición a deseos, voluntades y no al respeto que merece el otro, a quien deberíamos ver en primera persona, (como mirarnos en un espejo), y no como algo (cosa).

Hoy está instaurada en las sociedades, la manipulación, la mentira y el “todo vale”, y por consiguiente la violencia, para imponer verdades subjetivas, traducciones igualmente personalistas y así ver cumplidos, deseos individuales y sin respeto alguno a los generales.
Recapacitemos y veamos realmente donde se nos manipula, con maniqueísmo y sin dejar que la esencia del ser humano, en su naturaleza y en armonía, fluya con absoluta dignidad y respeto individual para el bien general.
La mayor manipulación es fomentar el egoísmo, la prevalencia de deseos personales y haciendo ver que el mal está en el otro, que no hay reglas ni leyes para quien busca su bienestar pasando por encima del otro. Sobre todo cargando de ideologías sin fundamento, actos vulgares y sin respeto alguno, hacía el sentido de la vida en esta existencia. Buscar diferencias, con el solo ánimo de sobresalir o beneficiarse, obteniendo privilegios sobre iguales en esencia, y con derechos y deberes semejantes. Ahondar en rencores de actos ejecutados en momentos ajenos a un control personal y con ello fomentar la división en metas comunes. Eso es manipulación y coacción al desarrollo individual para la evolución general.
La famosa frase  “divide y vencerás”, hoy parece tener sentido si observamos, como intencionadamente, van manipulando con todo tipo de mentiras, hasta la historia real de acontecimientos pasados, está siendo manipulada, para beneplácito de unos cuantos y al servicio de quien quiere satisfacer deseos personales subjetivos. La historia debe ser trasmitida con objetividad  para aprendizaje y corrección de errores, no como exoneración de culpabilidad o agravio hacía el otro.    
  
Exijamos que se nos trate como seres dolientes y ávidos de conocimientos, no como cosas a las que poner como recuento y como un número, algo sin mente, rebaño de crédulos en una lista de logros, para el beneplácito de unos pocos, que con su verborrea desmedida nos manipulan, negándonos evidencias. Cargando de mentiras evidentes a mentes débiles y llenas de deseos colmados, pero vacías de voluntades y responsabilidad.

Hay hechos evidentes que nos niegan con mentiras, y hasta a quienes se les ha encomendado, el deber de guardar esas leyes que nos hemos ido dando a lo largo de la historia, la retuercen hasta el extremo de hacer objetiva una subjetividad evidente. Hacen de ellas meros objetos personales, haciendo creer con obvia subjetividad, las diferentes lecturas que esa ley tiene, diciendo, ser por un bien general. A eso se le llama manipulación.

La naturaleza del ser humano debe estar basada en el respeto, el deber y la responsabilidad. Nada justifica la violencia y la mentira. A quien pretende ejercitar o ejercita esa violencia y o mentira, las leyes que nos hemos dado, deben ser aplicadas sin diferencia, ni segundas lecturas, y menos como justificación de objetivos, diciendo ser de bien común e hiriendo conciencias de terceros.

Tenemos una obligación, transmitir a los que vienen a este mundo después que nosotros, esos valores como esencia. El sentido real del bien, el mal y la moral.

Cada alma viene a adquirir conocimiento y para ello es  obligación de todos trasmitirlo y ayudar a desarrollarlo, con una mente blanca y libre, que no vacía. A sabiendas que venimos con un envoltorio llamado cuerpo, y conociendo lo fácil que es de manipular por sus necesidades primarias y deseos incontrolados, además de faltos en su mayoría de análisis de consecuencias y responsabilidad, tenemos que ejercitar ese poder de aprender con bien y verdad, como a su vez transmitir de igual modo, y no dejar que se nos  manipule, por quienes  llenan las mentes de “todo vale”. Con un solo fin, crear  caos, dividiendo, comprando voluntades y  haciendo creer con medias verdades, que si no hacemos lo que nos dicen (bajo su pequeño prisma ideológico o personalista), sufriremos represión de libertad. Con libertad nacemos, el maniqueísmo es quien nos crea dudas, diciendonos que son otros quien nos la tienen que conceder. Aprendamos y transmitamos esa libertad con moral y responsabilidad, con valores en esencia, con respeto, y sin coacción alguna.   

La libertad por la que tanto se aboga, tiene una medida, la propia termina donde comienza la del otro. Sobre todo no confundamos la libertad con el libertinaje.
Los deseos, suelen estar llenos de superficialidad como los apegos, trampas perfectamente instauradas en las mentes de las personas, por manipuladores, abogando de nuevo y con palabrería como “progresismo”, “libertad”, para cambiar la esencia vital del ser individual y divino que somos; con ellas hacer seres acomodaticios y banales, carentes de pensamiento propio y propicios a instaurarnos ideas preconcebidas.
Venimos a este mundo con un fin, el de adquirir conocimiento para la evolución, a saber del compromiso propio y con todo nuestro entorno, sea este cercano o mas distante, para el desarrollo y la sabiduría, de todos.

PENSAMIENTO

Si el mal no existiera, no sabríamos diferenciar donde está el bien. Objetivamente es como “una moneda” con dos caras, “una circunstancia o hecho”, con dos actuaciones. La individualidad de cada ser, asociada a su vez al libre albedrío, al sacrificio, a la responsabilidad, al deber,  al compromiso, al respeto, y así un sinfín de acciones que se van provocando con emociones y sensaciones; va llevándonos a saber de la diferencia, a saber de libertad real y generando por si mismos, para ese bien común objetivo y necesario, esa sabiduría dentro de cada quien, y sobre todo, para el desarrollo y evolución del conjunto de todos los entes necesarios, en este plano viviente. Somos una parte ínfima de un todo.

La sabiduría y la evolución como fin; requieren de sacrificios y actos personales con respeto y humildad,  a los que podríamos denominarlos como el bien.
La violencia y la mentira no pueden ser medios para ningún buen fin, y menos para el desarrollo, el conocimiento y la evolución del ser humano, denominemos aquí el mal.

                                                                                                                                  C.T.N


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