CAMINANDO EN ESTA EXISTENCIA
Caminando en esta existencia, aprendí que no se
puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La
vida, en realidad, es una calle de sentido único, no un laberinto caótico y desordenado. Hay
quien entra en un laberinto por el mero hecho de no escuchar lo que su
naturaleza en su esencia ya sabe.
Cada paso en el caminar, es una experiencia, un
aprendizaje, una emoción recibida, y saber que es de sentido único, hace menos
espinoso y duro cada error que cometemos.
Tomar
conciencia del aquí y ahora y
mirando hacia delante, llegaremos a entender que el llamado error quizá no sea
tal, sino una llamada de atención para saber cuál es realmente el camino a
seguir.
Solo se debe girar y mirar hacia atrás, cuando una
situación presente es similar a otra, o bien tienes la sensación de encontrarte
con algo conocido, entonces es bueno para no caer en el mismo “error”, hacer un
ligero examen de conciencia. Pero solo hasta ahí, e inmediatamente volver a
encaminar nuestros pasos hacia delante.
La mayoría de la gente puede hacer cualquier cosa,
no importa lo absurda que sea, con un solo fin, el de evitar su conciencia y así no enfrentar su propia
alma, su esencia, ante la realidad y con responsabilidad. Ese es uno de los
mayores errores que se puede cometer. Siendo el principal obstáculo que
dificulta el camino a seguir.
Cuando abordamos una situación o explicamos a
terceros que es lo que nos inquieta y hace dudar de cómo hacer o resolver un
contratiempo, o la toma de un decisión, la mayoría de las veces comenzamos por darnos
y dar todo tipo de explicaciones, mera “justificación”, y conforme vamos
desarrollando en la mente el hecho, bien sea para sí o para otros, esa
justificación pone velo a la realidad y con ello impide su resolución efectiva,
perdiendo la visión real del camino a seguir.
La incertidumbre, el miedo, e incluso la vergüenza a
ser juzgados por otros, impiden que muchas personas busquen en su interior y
sobre todo desde el corazón, nuevas formas de resolver problemas o simples
hechos, con responsabilidad.
Cada instante de nuestra existencia es nuestra
posesión más valiosa. Si sabemos vivir ese instante, desde el corazón y hacia
la razón como conexión, dejaremos que el alma aflore en su totalidad y sin
justificación alguna, nuestro caminar será cierto y de aprendizaje. Saber de sí
mismo, reconocernos en todo momento, vivir cada experiencia de verdad, hacer el
inconsciente consciente, es caminar hacia delante.
Ahora bien, saber mucho no es ser inteligente y
menos referente a sí mismos, la inteligencia no es solo adquirir información de
todo y memorizar, sino también adquirir juicio
y valores de la misma, por eso debemos interiorizar y unir el corazón y la
mente con conciencia. El corazón recibe emoción y la razón filtra.
La información debemos aprender a manejarla, ya que
siempre estará unida a una emoción, emoción que la razón le dará la forma
adecuada, para el buen fin en la consecución del camino de nuestra existencia.
Porque digo que saber mucho no es ser inteligente.
Estamos llenos de deseos, deseos de toda índole,
pero en este momento vamos a centrarnos en deseos de aprendizaje para el conocimiento personal.
Para ello comenzamos por buscar y leer todo tipo de
escritos, con la sola intención de buscar respuesta a inquietudes,
pensamientos, sensaciones y sobre todo para encontrar soluciones a hechos que
nos incomodan o desestabilizan. Cierto es que como comienzo es el más acertado,
pero también no es menos cierto que un exceso de información sin filtro alguno
puede llevar a confusión.
En este punto debo recordar que somos seres únicos,
tanto es así que si observamos con atención, veremos que por muy igual que
parezcan dos situaciones, la mayor parte de las veces las actuaciones y las
resoluciones son diferentes. El camino por esta existencia es personal y como
nosotros mismos, único.
Cada información que obtenemos sea por el medio que
sea, debe ser pasada por el filtro personal, ese filtro no es difícil saber cuál es, “corazón-razón”, comunicarse
directamente con la conciencia y dar posibilidad al alma a decir que es lo
mejor para nuestro conocimiento y bien caminar en esta existencia.
Saber mucho como ya he dicho no es signo de
inteligencia, y mucho menos de sabiduría. La inteligencia pasa por saber
separar la paja del trigo, entender algo no es saber de ello, y la sabiduría es
no solo inteligencia y aprendizaje, es además experiencia. Sobre todo con
respecto al ser humano, cuanto más se sabe “que es”, menos se sabe “quién es”.
Por ello muchas búsquedas de sí mismos, fracasan, y no tan importante es el
fracaso, como la confusión a la que lleva en infinitas ocasiones.
.-Debemos
saber.- que si el camino de la existencia es arduo, por sus
circunstancias, hechos que afrontar y superar, “no podemos permitir más
confusión en él”.
.-Debemos
saber.- que la mucha información sin filtro y comprensión
total, “nos lleva más que al avance, a la confusión y con ella al retroceso”.
.-Debemos
saber.- que el camino de la existencia es único e
“intransferible”, “lo que es bueno para unos puede no serlo para sí mismo”.
.-Debemos
saber.- que ser inteligente es adquirir conocimiento desde
nuestro interior y con nuestro momento y capacidades, “de lo contrario es ser
un mero transmisor del saber y experiencias de otros”.
.-
Debemos saber.- que la “humildad” en este camino personal es la
base del aprendizaje, “de lo contrario la propia existencia provocará en
nosotros ser un “hámsters” dentro de una jaula”.
.-
Debemos saber.- que el aprendizaje pasa por vivir experiencias que
corroboren lo aprendido “sino es así caminamos por una senda equivocada”.
Papagayos repitiendo experiencias ajenas.
Caminando en esta existencia y en esa vía de una
sola dirección, he comprendido que es “bueno parar a descansar”.
Mirar con perspectiva y dejar que “con
silencios el alma diga”.
Tener
oídos para escuchar “que no orejas para oír”.
Saber con certeza que “el camino de la
evolución es personal”
Leer para aprender “que no para fantasear con
otras realidades, creyendo poder ser el otro”.
Debemos saber y decirnos:
Mi existencia es solo mía, recibo de ella lo que he
sembrado y nadie ha interferido sin yo haber dejado que así lo hiciera.
Calzarme los zapatos del otro para saber de él “que no para ser él”.
Dar la mano a quien así lo requiere, “pero no
hacer lo que no me corresponde”.
Ser sincera conmigo y con otros, “pero
sabiendo y conociendo el momento propio y el del otro, y que mi sinceridad no dañe
u ofenda”.
Empatizar con
todo “pero sabiendo diferenciar cada situación”. Solo se hace
bien cuando desde dentro sabemos salir fuera. Cada cual debe saber salir de su
caverna particular.
Caminando caminando se va haciendo el camino en esta
existencia, que además es vida, “La Vida” que hemos elegido
vivir o creemos nos ha tocado sufrir..... ¡qué más da el adjetivo con que la
adornemos!, es en la que estamos inmersos, y la única de la que podemos
experimentar lo que realmente ya sabemos, para adquirir el conocimiento
necesario en el camino de la evolución personal.
Mis deseos para todo aquel que está inmerso en su
camino de la existencia con responsabilidad son…… “Luz, Amor y Armonía”.