EL CAMINO MEDIO
Cada
momento por el que pasamos en la vida son momentos necesarios de
experiencias. Son caminos a seguir en la existencia de vida.
Al
caminar es inevitable cierto sufrimiento, perdidas y desilusiones,
como igualmente momentos placenteros y saludables. Ahora bien si los
recuerdos que tenemos de los momentos de felicidad nos quedan como
fugaces, el mucho y constante sufrimiento, ya sea por la
circunstancia que nos toque vivir y experimentar, es opcional.
Siendo
opcional, si el sufrimiento es continuado, es resistencia al momento
presente, la no comprensión, y sobre todo la no aceptación de que
todo cuanto existe, está destinado a cambiar, queramos o no, nos
guste o no. Nada debe haber que nos cause tanto, una atracción
desmesurada, como un rechazo insoportable.
Si
observamos con atención cada momento que nos provoca una emoción,
descubriremos que cosas tan opuestas como el placer y el dolor tienen
sus ventajas o sus desventajas, que con la misma intensidad pueden
provocar emociones encontradas.
Nada
que ocurra tanto en el entorno cercano como en el global de la
humanidad, nos será ajeno, siempre de manera directa como indirecta
seremos parte de, sino de una causa, si de un efecto. La claridad y
comprensión del suceso, no solo lo observaremos también lo gozaremos
o sufriremos, dependiendo eso si, solo de nosotros los tiempos que
dicha emoción queremos que anide dentro de nuestros corazones.
La
conjugación del corazón con la mente, o dicho de otra manera, la
armonía en que nos encontremos, dará el tiempo necesario en que
estemos sintiendo esa emoción.
La
plenitud de la vida en esta existencia, no está en controlar cada
emoción hasta el punto de eliminarla. Esa es una actitud diría yo
hasta contraproducente. Si es encontrar en cada una de ellas la
satisfacción que desde el interior genera; tanto si zarandea
haciendo daño, como si sorprende añadiendo un momento de felicidad.
Como antes he dicho, depende de nosotros mismos el tiempo que le
demos, el regocijo que sintamos a su vez dentro de ella, o la
claridad con que analicemos la situación que la provoca.
Recordemos
también que somos seres únicos, por tanto cada quien recibe “su
emoción”. Puede parecer que todos los seres ante las mismas
circunstancias, sienten lo mismo, pues no es así. La naturaleza del
ser humano es rica en todo tipo de comportamientos, no dependemos
sola y exclusivamente de lo que creemos o queremos cada cual, estamos
sujetos a los vaivenes del cambio continuo, a las circunstancias de
otros, e incluso a lo que la propia naturaleza y el cosmos nos vaya
deparando.
Porqué
si cada emoción la disfrutamos o sufrimos de manera personal, la
responsabilidad de los actos y decisiones igualmente debe ser
personal. En múltiples ocasiones pedimos que otros hagan o nos digan
que debemos hacer, bien para resolver esas, las sensaciones y
emociones con las que tenemos que convivir cada instante de nuestra
existencia, o para que nos resuelvan situaciones puntuales.
Si
el inmovilismo en el espacio no existe, ¡porque no aceptamos los
cambios con la misma convicción!, ya sean provocados por nosotros o
por diferentes circunstancias generales, siendo además participes con
responsabilidad de los mismos y desde un conocimiento objetivo y en
conciencia, tanto personal como global.
Todos
esos cambios, si sabemos en conciencia que deben ser un aporte de
conocimiento, y sobre todo quizá para rectificar errores, los
disfrutaremos desde su esencia. Eso si dándonos los tiempos
necesarios para ello, nunca sobrepasándolos hasta el punto de alterar
la capacidad de continuar en el camino que sabemos nuestro.
Hoy
pasamos por momentos en la humanidad de contrastes y sobre todo de
barbarie entre seres humanos primordialmente. No dejo de reconocer
que vivimos en continuo desasosiego, bien sea por hechos evidentes o
por creaciones de estados idílicos de quienes se creen en poder de la
verdad. Pero también siento que la evolución de los seres humanos
está sufriendo una “separación de la paja del trigo”, (me
disculpo por tener que utilizar ese termino, pero no se me ocurre
otro en este momento), es como si la evolución de unos pasa por la
involución de otros. Hay quien muy a pesar de las dificultades que aparecen en su camino, sabe
encontrar ese punto de entrega y felicidad, y hay quien solo busca
destruir y crear situaciones limites, (creo en beneficio propio),
para dominar e implantar no ideas creativas, libertad,
responsabilidad y esfuerzo, si no mas bien, hacer seres que solo sean
capaces de movilizarse por las ideas de otros de un líder utópico
que les promete ser alimentados y cubiertas todas las necesidades,
con el mínimo esfuerzo, igual que si fuéramos animalitos indefensos sin capacidad de hacer y pensar, para eso están ellos y tener así
satisfechas las mas primitivas necesidades humanas. Eso si dando un cariz de
sabiduría a sus palabras y actuaciones.
Vivir solo con y por
apariencias externas, imágenes creadas para ser imitadas, hacer oídos a salvadores de “patrias”, son errores a los que tenemos que dar
respuesta e incluso hacer frente con energía y coherencia. En el
mundo está sembrada una semilla de confusión tremenda. Si, el ser
humano en su materia que no en su esencia, es manipulable, por tanto
observemos desde nuestro interior, que y quienes realmente nos
plasman una realidad o quienes nos prometen un paraíso, sin esfuerzo
ni aporte alguno, sino con un silencio y sin cuestionar nada. La
sociedad en la que vivimos, nos aporta cierta tranquilidad con medios
para no dejar a quienes atentan contra el bien general y haga de ello
una norma y costumbre.
No dejemos que nadie imponga voluntades para
callar e imponer maneras no deseadas. La libertad global pasa por la
individual, sabiendo siempre que La Vida material que nos toca vivir,
pasa por apreciar desde la propia hacía todo el que decide nacer
para su aprendizaje. Nadie es dueño de ninguna vida que aparece en
este plano, si un colaborador en su desarrollo, entregando la mayor
ayuda posible para su crecimiento y aprendizaje.
No
somos pocos quienes sabemos que la vida es algo mas que todo eso, y
ahora es el momento de poner en práctica lo que desde nuestro
interior sabemos. Cada vez que escribo sobre la individualidad del
ser y sobre todo de sus emociones, no dejo de pensar en todo aquel, a
quien no soy capaz de transmitir lo que siento y pienso, de la brecha
tan enorme que está abierta entre unos y otros. Pero no cejo en
seguir intentando abrir cada interior a quienes quieren escuchar, y
con cada experiencia bien sea propia o aprendida de otros, decir. Es
tiempo ahora. Las llaves están puestas en las cerraduras de todos,
ahora bien es decisión propia abrir o dejar que se oxide sin
girarla. Dejar nuestro interior en la oscuridad o abrir de par en par para que la Luz entre, dejando ver lo grandiosa que es la vida a la
que nos hemos comprometido a Vivir.
Cierto
es que nada podemos hacer a nivel global, solo individual. Aunque
también creo que las playas están hechas de granitos de arena, seamos
cada quien un grano de arena, y formemos una preciosa playa de arena
blanca y agradable.
Conozcamos
cada emoción dentro de si mismos, para conocer la del otro. Demos el
tiempo necesario a cada una de ellas e intentemos caminar no sin
esfuerzo, asumiendo nuestro momento, resolviendo sin culpabilizar a
nadie de que y quienes somos, sabiendo asumir las decisiones que
tomamos con responsabilidad. Somos como ya he dicho en varias
ocasiones seres espirituales viviendo una experiencia material, cada
cual la suya.
La
entrega, el esfuerzo y el respeto propio, genera las emociones mas
ricas y satisfactorias. Con la aceptación y la comprensión de cada
momento, sobre todo del que hiere haciendo sufrir, pasa a ser una
experiencia, sin que se impregne como herida en nuestro cuerpo
etéreo, el que prevalece y perdura en el tiempo, ese siempre debe
conservarse sin heridas y energéticamente completo.
Hay
diferentes caminos por los que transitar en el largo proceso de
Vivir. Caminos que debemos siempre observar, sin dejarnos seducir por
estados momentáneos de ánimo o por consignas que vayamos escuchando
de quienes nos dicen que es lo debemos no solo hacer, sino hasta
pensar. La responsabilidad de los actos, aunque las decisiones
tomadas no sean siempre las mas acertadas, ademas de darnos
experiencia, nos darán seguridad para resolver cualquier contratiempo
y lucidez para seguir el camino. No debemos olvidar que nada ni nadie
puede llevarnos a hacer lo que no queremos, el camino que decidamos
tomar será siempre responsabilidad propia, dejemos de hacer
culpables a otros de las decisiones que tomamos, NO somos marionetas,
utilizando ese concepto como una justificación, sobre todo ante
errores cometidos.
Hay
una escrito que leí atribuido a Buda, en el que para explicar lo que
significaba vivir plenamente el momento presente y con él conocer el
camino a seguir; camino de consciencia y evolución, siendo este
ejemplo muy descriptivo. Nos enseña que es el Camino Medio, por el
que recorrer, con el mínimo de dificultades, cada momento de la
existencia, reconociendo, no lo que deseamos puntualmente, sino lo
que queremos para la comprensión y evolución en la existencia
material en la que estamos inmersos.
Quizá
sepan de él, aún así se lo resumo a continuación y les emplazo a
que mediten sobre ello.
Imaginemos
ser un tronco de un hermoso árbol, que se desliza por un río. Una
de las orillas de dicho río representa los excesos, mientras que la
otra orilla representa las privaciones. Mientras, el tronco va
evitando ambos extremos.
Sabe
que si se queda atrapado en cualquiera de las dos orillas, bien se
hunde o se pudre; pero si sigue el Camino Medio, se deslizará
flotando por el río y alcanzará el Océano de la Libertad.
Depende
de cada uno de nosotros reconocer los extremos, Buda lo hizo, observó
y contempló lo que iba apareciendo ante él, fuera lo que fuera. No
se dejó seducir por los placeres, ni se dejó traicionar por el
dolor, porque se mantuvo centrado en el momento presente, sin
apegarse, aferrarse a nada, o escuchar cantos de sirenas, o lo que es
lo mismo escuchar a quienes nos prometen lo que en nuestro interior
sabemos no es posible. No por incapacidad de realizarlo sino mas bien
porque quizá al no ser un camino propio, solo nos lleva a la perdida
de conocimiento de nuestra realidad y posiblemente de la realidad
general con la que tenemos que vivir.
Cada
realidad como cada emoción es propia, ya está dicho, solo si
interiorizamos ese conocimiento, seremos capaces de aportar, bien
digo aportar, y no de manipular, a los que en plano cercano conviven
con nuestras circunstancias y por ende la multiplicidad que eso
conlleva.
Seguir
ese Camino Medio con responsabilidad y sobre todo con respeto, es labor
individual, es adquirir el conocimiento de que y quienes somos, de
abrir un canal a la sabiduría universal. Saber que la dificultad con
la que debemos vivir, desde nuestro plano etéreo y espiritual en el
mundo de la materia, es para adquirir el conocimiento e intentar al
menos llegar a la sabiduría, y con ella a la conexión con el Todo.
Ese Todo es solo Amor y Entrega Incondicional.